Juan 6, 51-58
celebramos la Fiesta del Cuerpo
y Sangre del Señor.
Una celebración importante en
la que recordamos
lo que vivimos en cada Misa: el
amor tan grande de Dios que quiso
quedarse
en medio nuestro como Pan Vivo
para alimentar nuestra vida espiritual.
¡Qué bueno abrir nuestro
corazón a tan grande regalo!
Debemos preparar siempre
nuestro corazón
para recibir a Jesús como Pan
de Vida
en la celebración de la
Eucaristía.
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